viernes, 15 de octubre de 2010

LA CARA DE JESÚS EN UN CROP CIRCLE

Parece que hay coincidencia en que es uno de los Crop Circles más importantes hasta el momento...

TERMÓMETRO MODERNO

Por George Carlin
La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo puedes reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un dia esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

¿Qué Vida estamos construyendo?

CON CADA RESPIRACIÓN




"Con cada respiración, se inhalan 1022 átomos del universo. Este volumen astronómico de materia prima penetra en su cuerpo desde el medio ambiente y se transforma rápidamente en las células del corazón, los huesos, los riñones e hígado. Por consiguiente, por cada exhalación, se liberan la misma cantidad de átomos de cada parte del cuerpo. En sentido literal, se exhalan trocitos y piezas del corazón y los riñones.


Desde el punto de vista técnico, compartimos nuestros órganos con otras personas todo el tiempo, y no solo con nuestros contemporáneos sino con todos los que han vivido. Según cómputos matemáticos de isótopos radiactivos, puede demostrarse sin sombra de duda que en este mismo instante, en su cuerpo físico, tiene millones de átomos que una vez estuvieron en el cuerpo de Jesús, de Buda, de Gengis Kan o de Leonardo Da Vinci o de Miguel Ángel.

En las últimas dos semanas, un cuatrillón de átomos ha pasado a través de su cuerpo y también lo ha hecho por los de todos los seres vivientes de este planeta.

En menos de un año, el 98 por ciento de los átomos de su cuerpo cambian por completo. Esto incluye los de ADN, que conservan la memoria de millones de años de evolución. La materia prima de ADN –carbono, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno- viene y va cada seis semanas, como las aves migratorias.

(…)

El poeta Walt Whitman escribió: “Cada átomo que te pertenece también me pertenece” . Tal vez lo pensara como una metáfora, pero es la verdad”.

(D. Chopra)